UT Chipichapo

Ciudad de México, 2010-2017

Una tipografía libre de prejuicios

Te voy a dibujar unas letras

Por Eduardo Álvarez del Castillo Sánchez

Andrés tenía 9 años y me escuchaba todo el tiempo hablar de tipografías, libros y diseño, ahora imagino que eso era principalmente lo que sucedía en su entorno. Estaba al inicio del periodo vacacional de verano tras finalizar el curso del 3º grado de la educación primaria (2010), y permanecíamos en casa sin plan fijo para esos días, él me acompañaba todo el tiempo mientras yo preparaba la siguiente edición de elcorondel. Él veía en televisión la programación infantil durante la mañana —particularmente saturada de publicidad dedicada al público infantil— cuando de pronto se acercó a mi restirador y me dijo decidido: “¿Oye, por qué no hacen un corondel kids?, ¡si, para niños! Mira,… te voy a dibujar unas letras”. Me pidió la computadora, abrió el software “MS Paint” (hoy extinto), un programa extremadamente básico para generar imágenes en mapa de bits, y empezó a dibujar cada una de las letras del alfabeto, aquello me pareció muy divertido. Lo fascinante es que lo hizo de memoria. Por mi parte, dimensioné lo que estaba haciendo, ello me emocionó y lo impulsé a que continuara. Mi “deformación profesional” apuntó a que algo interesante podría suceder, procuré que no se influenciara y generara las 26 letras de forma automática, sólo con los recursos gráficos que el software ofrecía: círculos, óvalos, cuadrángulos y una paleta de color elemental. Ciertamente, tras unos minutos Andrés lo consiguió: un dibujo totalmente desenfadado y sin prejuicios, de trazos extremadamente gruesos que contrastan con otros atrevidamente esbeltos y angulosos. El proceso para completar el abecedario fue largo: consistió en tres entregas. Las minúsculas llegaron mucho después, tal vez un año… y por último, el conjunto de signos comerciales, monetarios y editoriales, necesario para darle consistencia a este diseño tipográfico. Hoy, UT Chipichapo me recuerda siempre a un niño intrépido que decidió regalarme 26 letras.

Febrero de 2018, Taxco de Alarcón

UT Chipichapo cuenta con 202 glifos.

Mapa de caracteres

UT Gerardo Aguilar

Una tipografía geométrica originada en 1987 en la ENAP Xochimilco

¿Hoy si van a trabajar, vagos?

Por Eduardo Álvarez del Castillo Sánchez

Compás, escuadras y lápices, estilógrafos, tinta y godete. Eran tiempos de trabajar sobre cartulina, de cuidar los trazos, de procurar hacer buenos enlaces de curvas y rectas… y todo eso se repetía varias veces, tantas que parecían demasiadas, tantas que parecía un tormento. La cita para esta tortura era los jueves por la tarde en un salón del “Pentágono”, donde aparecía un personaje sarcástico de una risa franca, bromas a veces incomprensibles y frases plenas de ironía, hablaba un lenguaje misterioso: “picas, puntos, romanas, egipcias, ascendentes, altura equis, profundidad de la caja…”, una serie de términos nunca antes oídos pero que él solía disfrutar cuando los mencionaba. Arremetía a los alumnos con expresiones que dejaban sorprendido a cualquiera: “muérase quien se muera”, “¿hoy si van a trabajar, vagos?”, “los ausentes siempre tienen la culpa y nunca la razón” y otras del mismo corte. Este personaje solía llamarse Gerardo Aguilar Juárez. Era profesor de la ENAP, egresado de la Licenciatura en Comunicación Gráfica. Su asignatura –y dicho sea de paso, su pasión– era la tipografía. Era un diseñador hasta la médula. Era un docente agudo, pero sobretodo era un amigo. El presente proyecto tipográfico rescata uno de los ejercicios de clase del Prof. Aguilar, el alfabeto de bolsillo, que debido a su laboriosidad no alcanzó más que unos cuantos caracteres dejando en la incógnita la solución del resto. La respuesta fue simple: a través de una retícula de seis módulos (expandible a ocho, a nueve o a diez), con trazos circulares y trazos rectos, de modo que movido por la inquietud de completar el ‘set tipográfico’ diseñé el resto de la caja baja, los números, los signos de puntuación y varios glifos más para completar una tipografía de aceptable extensión y solvencia. Con emoción descubrí la simplicidad y la complejidad del ejercicio que el Prof. Aguilar  planteaba, por tanto, al reunir este grupo de caracteres consideré que por fin el alfabeto de bolsillo había quedado consumado. Hace casi 30 años que conocí a Gerardo en los salones de la ENAP Xochimilco; era 1987. La última vez que lo vi –pocos días antes de fallecer– me preguntó: “¿qué estás leyendo?”, …no sé que le respondí y él, a cambio sonriente, recitó íntegra la primera frase de ‘Cien años de soledad’. Me quedé como el hielo.

Prof. Gerardo Aguilar Juárez (1952-2009)

Julio de 2017, Xochimilco, CDMX

UT Gerado Aguilar cuenta con 209 glifos.

Mapa de caracteres